Cómo curar un jamón en casa

Con el fin de que el jamón dure mayor tiempo sin dañarse, desde hace muchos años se usa la técnica de sanación. Este procedimiento evita que la grasa natural del jamón y sus propiedades de descomposición sean más lentas que de costumbre.
El proceso de sanación se efectúa no solo con jamones, sino asimismo carnes y pescado. Al tener el jamón ya curado, puede ser envuelto en un papel de cocina y seguidamente cubierto con un paño. Esto con el fin de que el jamón no tenga contacto con el aire.
Si bien el proceso de curar jamones se suele llevar a cabo en lugares especializados como el secadero de jamones o cualquier secadero de jamones que cumplan con las políticas de higiene.


¿Qué es un jamón curado?
Un jamón curado es un comestible que ha entrado en un proceso de conservación, que impide que el jamón se dañe con velocidad. La curación del jamón se efectúa desde el instante en que el cerdo es sacrificado.
La curación del jamón se realiza aplicando grandes cantidades de sal, todo el jamón ha de ser salado de forma correcta. Ya que la sal evita que las bacterias y microorganismos que influyen en el deterioro del jamón puedan ser eliminados.
El secado del jamón debe efectuarse durante un periodo establecido. Los secaderos de jamones están pertrechados con cámaras que regulan y establecen una temperatura conveniente para su secado. Si bien en la actualidad puede efectuarse este procedimiento en casa y sin problema alguno.
Cuando se toma la decisión de curar un jamón, debe realizarse de forma correcta. En tanto que efectuar un mal procedimiento puede dejar que la sanación no se realice eficazmente y pueda llevar a su deterioro.
Pasos para curar un jamón en casa
Paso uno
La carne que será curada debe estar muy limpia, particularmente libre de sangre. La carne acostumbra a ser masajeada con el objetivo de que las venas liberen toda la sangre acumulada, esta es limpiada con ayuda de algodones o gasas que absorban muy bien.
Paso 2
El jamón debe frotar con sal, de forma que toda la pieza esté empapada de este componente primordial. El jamón ya salado, debe ser situado en un sitio con una temperatura de quince grados y estar alejado de insectos. La duración del jamón salándose ha de ser más o menos de 12 horas por cada kilogramo de jamón.
Paso tres
A la pieza de jamón se le debe quitar el exceso de sal, puede realizarlo cepillándolo y efectuando movimientos rápidos para deshacerle de la sal. Bastantes personas optan por lavarla con jugo de limón o tomate para eludir que el jamón pierda su sabor.
Paso cuatro
Al jamón se le vuelve a incorporar sal. Luego se procede a colgar en un sitio fresco, que tenga contacto con el aire o bien que sea un lugar ventilado.
Paso 5
Llega el proceso de maduración, el jamón es envuelto en un papel de cocina aceitado con aceite vegetal o manteca. Seguidamente en una bolsa de tela y ser ubicado en un sitio seco, fresco y obscuro, un espacio similar a un frío industrial Valencia..
¿Por qué razón curar un jamón en casa?
En muchas tiendas especializadas se venden jamones realmente bien curados, este procedimiento se efectúa en secadero de jamones compuestos con herramientas y salones con temperaturas convenientes. El frío industrial valencia es adecuado para esta clase de procedimientos.
Es preciso que el secadero de jamones cumpla con todas y cada una de las políticas de higiene y que no trabaje con químicos que si bien puedan detener el deterioro de la carne, pueda mudar su sabor.
curar un jamón en casa es una actividad que se ha vuelto muy popular. Primeramente por los costos y seguidamente por el cuidado que debe impartirse en este tipo de curaciones, las cuales son realizadas profesionalmente en cualquier secadero de jamones.
Las personas se han dado cuenta que es mejor curar el jamón en casa, debido al simple procedimiento que esto implica. La sanación de jamones se hace con más frecuencia en las temporadas navideñas, donde este género de carne es consumida con regularidad.
Para saber si el jamón está bien curado, se pincha exactamente el mismo con algún género de varilla. Será el olor de la varilla que nos indicará el estado del jamón.